Comprendo que es difícil entender un poema
que deja tanto al sentimiento particular
del que lee las líneas y del que las escribe
lo que a ambos, aparte, hace soñar.
Pero es mi estilo dejar a la imaginación individual
lo que mis labios a veces no pueden expresar
por falta de coraje o voz clara
para lo que se articula en mi pensar.
Y mi mano hace más con una teclas
de lo que hace mi pobre hablar,
aunque no lo exprese todo por completo
hace más con el sentir de los demás.
Simplemente vuelan mis dedos raudos
a la velocidad de mi pensamiento
y dejan marcadas unas palabras
que no serán llevadas por el viento.
Y que jamás se han de borrar.