Tras dos copas
y un beso
he notado
por fin
que te extraño
y te pienso
sin quererlo
admitir.
Tras tu boca
y tu cuerpo
esa esencia
de ti
más allá
del momento
mucho más
que un sentir.
Son dos copas
y un beso
que me hacen
así
extrañarte
en silencio
sin quererlo
decir.
Son tus ojos,
mi dueño,
que me hacen
seguir
sintiendo
tus huesos
y queriéndote
aquí.